PATOLLI
EL JUEGO DE LOS AZTECAS
El Patolli fue un juego de apuestas muy difundido en Mesoamérica, lo practicaron tehotihuacanos, toltecas, mayas, aztecas y los pueblos conquistados por ellos. Los tableros para el juego estaban pintados sobre esteras, o grabados sobre piedras y rocas, en los centros ceremoniales se los colocaba orientados a los puntos cardinales, aunque variaban en su diseño y forma, su significado estaba relacionado con el calendario.
Los jugadores de patolli andaban en las fiestas con el tablero y los elementos del juego bajo el brazo. El dios azteca del patolli era Macuilxochitl ("Cinco Flor"), al que invocaban antes de comenzar la partida.
Los aztecas apostaban apasionadamente: mantas, joyas, piedras, esclavos, incluso hasta su propia libertad. Los frailes españoles lo consideraron "El juego de los demonios" y lograron que se prohibiera.
Se podía jugar entre 2, 3 ó 4 jugadores. El objetivo del juego era llevar las fichas hasta la meta avanzando de acuerdo con el puntaje de los dados, o ganar al contrario todas sus reservas de apuestas. Llegar a la meta era dar una vuelta completa a los cuatro brazos y llegar al punto de partida (en las casillas centrales) o a la casilla anterior. Durante el recorrido se solían hacer, tanto por parte de los jugadores como de los espectadores, apuestas sobre la captura del contrario, sobre quien ganaría, etc.
Las fichas de juego las puedes hacer tú mismo@ con arcilla, madera o piedras preciosas, intentando siempre, que sean de color blanco, negro, azul y rojo.
Las apuestas las puedes hacer pintando pequeñas piedras, buscando piedras de colores en los bazares o elaborándolas en arcilla. La cuestión es que tengan un valor (sentimental) grande para que las cuides y las apuestes con prudencia.
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